viernes, 17 de mayo de 2013

Metodología flexible


El otro día en clase vimos como podemos trasmitir conocimientos y enfocar una actividad utilizando una metodología que tenga presente la inclusión, en vez de proponer una actividad base o estándar para toda la clase y otra para aquellos alumnos que presenten una característica o necesidad distinta al resto de sus compañeros.

Atención a la diversidad

A la hora de llevar a cabo una actividad podemos trasmitirla y enfocarla desde una perspectiva rígida mediante el uso de fichas estándares o ejercicios teóricos y repetitivos o bien podemos intentar que los niños se diviertan, participen y razonen acerca de lo que están aprendiendo y que además sirvan para todos y cada uno de ellos, adaptadas a esos alumnos con necesidades educativas especiales y que al mismo tiempo también son accesibles para los demás compañeros. Podemos utilizar la mímica, los gestos o las imágenes para, por ejemplo, los alumnos que presenten autismo, ya que atienden mejor a las fotografías o imágenes, es decir a lo visual, más que a lo auditivo. Trabajar los distintos conceptos desde ejemplos de experiencias concretas de los alumnos para que comprendan mejor y lo identifiquen en su realidad próxima, propiciando una mejor retención de lo aprendido y su posterior interiorización. Desde juegos sencillos y en grupo, desarrollando y reforzando el trabajo cooperativo y en equipo, el respeto a los compañeros o la valoración de su trabajo.




Es importante ofrecer a los alumnos muchas posibilidades a través de las que se pueden trabajar los conceptos, conocimientos y aprendizajes, independientemente de la asignatura a tratar, en este caso inglés, optando por una metodología como ya se ha nombrado con anterioridad, que sea dinámica, participativa, lúdica, cooperativa, reflexiva y flexible, es decir, adaptada a todos y cada uno de los alumnos independientemente de sus características, pero a su vez supliendo a sus necesidades personales, gustos o circunstancias personales. Tampoco podemos olvidar que el profesor es el recurso principal del que disponen sus alumnos, ya que es el encargado de llevar a la práctica la enseñanza y es él quien decide como puede llevarse a cabo, de qué forma, qué pretende conseguir y cuáles son sus prioridades entre muchos otros aspectos y cuestiones importantes e influyentes a la hora de darse una buena práctica educativa del inglés o de cualquier otra asignatura.




A continuación podemos tener en cuenta una serie de recursos para conseguir una metodología flexible:
·         La utilización de recursos tecnológicos que permitan dar una visión distinta del aprendizaje y que a su vez ofrezcan muchas posibilidades a la hora de trasmitir un mismo concepto.
·         El uso de imágenes y pictogramas, especialmente para los alumnos a los que se les dé mejor lo visual que lo auditivo, como pueden ser los autistas.
·         El uso de sonidos y música que sirvan de apoyo a la práctica educativa y para los alumnos que les sea más accesible el uso de la audición.
·         Usar el recurso humano de forma inteligente, respetuosa y solidaria, como puede ser la cooperación entre los mismos alumnos o el llamado “compañero guía” que atiende a la diversidad prestando su ayuda a los demás.
·         La disposición de la clase para trabajar en grupo, por parejas o de forma individual.
·         El uso de juegos atractivos y sencillos.
·         Acercar la teoría a la práctica.

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