sábado, 25 de mayo de 2013

Taller: AICLE


El viernes 24 de Mayo tuvimos la suerte de contar con una profesor llamada Mercedes que ha trabajo nada más y nada menos que quinces años fuera de España y que se ha dedicado a la formación bilingüe, pudiéndonos exponer cómo se lleva a cabo la formación en un segundo idioma en países como Alemania a aquellos alumnos extranjeros que se integran en el sistema educativo de los mismos.

Ante todo la profesora Mercedes aclara que un segundo idioma, en nuestro caso el inglés debe de aprenderse desde pequeños y cuanto antes mejor, antes de que nuestro pensamiento esté completamente formado y cuando más plasticidad tiene, es decir, antes de los siete años. Pero caemos en el error de enseñarlo en las escuelas desde una perspectiva alejada de la adquisición natural del idioma materno, desde la gramática y la escritura, unas habilidades esenciales para comunicarnos pero no las que han de trabajarse primero.
El inglés al igual que el español ha de practicarse de forma espontánea, compleja y asociado al contexto. Esto quiere decir que no podemos omitir palabras al hablarle a un niño pequeño aunque no entienda todo el vocabulario que se le dice, es decir, no podemos hablarle a un niño primero en presente y luego en pasado ya que esta no es la forma natural ni real de hacerlo. Las competencias en inglés al igual que en español han de tener un orden correcto, primero desarrollará la escucha y el habla y cuando domine el lenguaje oral pasará a su representación escrita, asimilando antes su estructura fonética que léxica y no al revés. Después de aclarar estos aspectos Mercedes prosigue la charla mostrándonos qué es el Marco de Referencia Europeo y las ventajas que ofrece, desarrollándose en el 2002 y significando una nueva concepción del aprendizaje de las lenguas, pasando del concepto tradicional de enseñanza a una enseñanza dinámica.  Una enseñanza dinámica supone la enseñanza por tareas, dejando atrás el libro de texto basado en ejercicios rígidos en los que prima la gramática y la memorización, dificultando así el aprendizaje del alumno, un aprendizaje inflexible, aburrido y descontextualizado. Trabajar por tareas sin embargo, busca la interacción mediante la que se pretende resolver un problema planteando, basada en una metodología que descansa sobre cuatro pilares, la cognición, la comunicación, la cultura y el contenido. Es decir, tratando temas de la propia cultura del niño, donde prime la interacción con otras personas para expresar ideas, sentimientos o pensamientos o que trabaje varias funciones y áreas del cerebro.  A raíz de la exposición acerca de cómo puede mejorarse la metodología tradicional, Mercedes nos realizó varias actividades en las que debíamos pretender que el alumno desarrollase su competencia en inglés trabajando a su vez varias habilidades mentales como pueden ser el análisis o la creatividad, que estuvieran dentro de un contexto y que fuesen creativas.
Personalmente solo nos queda decir que la charla nos pareció muy interesante y que trató algunos aspectos desconocidos de estas nuevas metodologías de las que ahora sabemos un poco más.


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