El viernes 24 de Mayo tuvimos la suerte de contar con una
profesor llamada Mercedes que ha trabajo nada más y nada menos que quinces años
fuera de España y que se ha dedicado a la formación bilingüe, pudiéndonos
exponer cómo se lleva a cabo la formación en un segundo idioma en países como
Alemania a aquellos alumnos extranjeros que se integran en el sistema educativo
de los mismos.
Ante todo la profesora Mercedes aclara que un segundo
idioma, en nuestro caso el inglés debe de aprenderse desde pequeños y cuanto
antes mejor, antes de que nuestro pensamiento esté completamente formado y
cuando más plasticidad tiene, es decir, antes de los siete años. Pero caemos en
el error de enseñarlo en las escuelas desde una perspectiva alejada de la
adquisición natural del idioma materno, desde la gramática y la escritura, unas
habilidades esenciales para comunicarnos pero no las que han de trabajarse
primero.
El inglés al igual que el
español ha de practicarse de forma espontánea, compleja y asociado al contexto.
Esto quiere decir que no podemos omitir palabras al hablarle a un niño pequeño
aunque no entienda todo el vocabulario que se le dice, es decir, no podemos
hablarle a un niño primero en presente y luego en pasado ya que esta no es la
forma natural ni real de hacerlo. Las competencias en inglés al
igual que en español han de tener un orden correcto, primero desarrollará la
escucha y el habla y cuando domine el lenguaje oral pasará a su representación
escrita, asimilando antes su estructura fonética que léxica y no al revés.
Después de aclarar estos aspectos Mercedes prosigue la charla mostrándonos qué
es el Marco de Referencia Europeo y las ventajas que ofrece, desarrollándose en
el 2002 y significando una nueva concepción del aprendizaje de las lenguas,
pasando del concepto tradicional de enseñanza a una enseñanza dinámica. Una enseñanza dinámica supone la enseñanza por
tareas, dejando atrás el libro de texto basado en ejercicios rígidos en los que
prima la gramática y la memorización, dificultando así el aprendizaje del
alumno, un aprendizaje inflexible, aburrido y descontextualizado. Trabajar por
tareas sin embargo, busca la interacción mediante la que se pretende resolver
un problema planteando, basada en una metodología que descansa sobre cuatro
pilares, la cognición, la comunicación, la cultura y el contenido. Es decir,
tratando temas de la propia cultura del niño, donde prime la interacción con
otras personas para expresar ideas, sentimientos o pensamientos o que trabaje
varias funciones y áreas del cerebro. A
raíz de la exposición acerca de cómo puede mejorarse la metodología
tradicional, Mercedes nos realizó varias actividades en las que debíamos
pretender que el alumno desarrollase su competencia en inglés trabajando a su
vez varias habilidades mentales como pueden ser el análisis o la creatividad,
que estuvieran dentro de un contexto y que fuesen creativas.
Personalmente solo nos queda decir que la charla nos pareció
muy interesante y que trató algunos aspectos desconocidos de estas nuevas
metodologías de las que ahora sabemos un poco más.
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